Suaves, con el justo dulzor y fáciles de hacer y comer. Esta es la carta de presentación de estos bocaditos de chocolate blanco con orejones de albaricoque
INGREDIENTES
- 100 gr. Mantequilla
- 150 gr. Chocolate blanco (2 tabletas)
- 4 Huevos
- 125 gr. Azúcar
- 1 pizca de Sal
- 1 Sobre Levadura en polvo
- 1 pizca de Sal
- 1 Sobre Levadura en polvo
- 200 gr. Harina de repostería
- 100 gr. Orejones de albaricoque
PREPARACIÓN
1) Comenzamos troceando las tabletas de chocolate en onzas y poniéndolas en un cazo junto a la mantequilla. El fuego debe ser bajísimo pues el chocolate blanco tiende a cortarse si te pasas de temperatura. Mueve constantemente para evitar que se pegue y facilitar el fundido. El objetivo es conseguir una mezcla homogénea y brillante.
Si no quieres correr riesgos y prevenir que se te corte el chocolate, cuando esté casi derretido apartas del fuego. Como el cazo sigue manteniendo calor continuas moviendo hasta lograr dicha mezcla uniforme.
2) Precalentamos el horno a 170º. Mientras, batimos los huevos y el azúcar en un bol, añadimos la mezcla de chocolate blanco y mantequilla y justo después una pizca de sal, el sobre de levadura y la harina obligatoriamente tamizada; y remueves bien. Visita nuestros Trucos que te facilitan la vida si quieres saber el por qué de la importancia de tamizar la harina.
3) Ahora picas y añades los orejones, mezclas bien y agregas todo a un model cuadrado previamente engrasado con mantequilla, si es desmontable mucho mejor pues te facilitará el desmolde. Lo introduces en el horno en torno a 45 minutos. Comprueba que esté hecho y desmoldas cuando esté frío.
Finalmente cortamos en pequeños rectángulos que puedan comerse en un par de bocados.
Si te quedan orejones y quieres aprovecharlos visita la receta de Pavo a la sidra con orejones, pasas y anacardos. Pero si lo que te conquistó fue el chocolate blanco, te dejamos algunas sugerencias: Volcán dos chocolates, Espuma de castañas sobre mousse de chocolate blanco o Tarta tres chocolates.
1) Comenzamos troceando las tabletas de chocolate en onzas y poniéndolas en un cazo junto a la mantequilla. El fuego debe ser bajísimo pues el chocolate blanco tiende a cortarse si te pasas de temperatura. Mueve constantemente para evitar que se pegue y facilitar el fundido. El objetivo es conseguir una mezcla homogénea y brillante.
Si no quieres correr riesgos y prevenir que se te corte el chocolate, cuando esté casi derretido apartas del fuego. Como el cazo sigue manteniendo calor continuas moviendo hasta lograr dicha mezcla uniforme.
2) Precalentamos el horno a 170º. Mientras, batimos los huevos y el azúcar en un bol, añadimos la mezcla de chocolate blanco y mantequilla y justo después una pizca de sal, el sobre de levadura y la harina obligatoriamente tamizada; y remueves bien. Visita nuestros Trucos que te facilitan la vida si quieres saber el por qué de la importancia de tamizar la harina.
3) Ahora picas y añades los orejones, mezclas bien y agregas todo a un model cuadrado previamente engrasado con mantequilla, si es desmontable mucho mejor pues te facilitará el desmolde. Lo introduces en el horno en torno a 45 minutos. Comprueba que esté hecho y desmoldas cuando esté frío.
Finalmente cortamos en pequeños rectángulos que puedan comerse en un par de bocados.
Si te quedan orejones y quieres aprovecharlos visita la receta de Pavo a la sidra con orejones, pasas y anacardos. Pero si lo que te conquistó fue el chocolate blanco, te dejamos algunas sugerencias: Volcán dos chocolates, Espuma de castañas sobre mousse de chocolate blanco o Tarta tres chocolates.
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