Si hay un plato hecho únicamente con verduras que termina conquistando a todo tipo de paladares, incluso a los comensales más carnívoros y detractores de todo lo verde, ese es el pisto. Y es que bañado con salsa de tomate y rematado con un huevo cuajado se consigue un excelente sabor y jugosidad que encantará a los amantes de las verduras y engañará el paladar de los más pequeños de la casa, poco amigos de lo verde y saludable. Además, es de lo más socorrido y económico. Así que, ¡a probarlo!
- 300 gr. Calabacines
- 300 gr. Cebolla
- 150 gr. Pimiento rojo
- 150 gr. Pimiento verde
- 100 gr. Aceite de oliva virgen extra
- 800 gr. Tomate triturado
- 2 cucharaditas de Sal
- Pimienta molida
PREPARACIÓN
1) Pela y corta en cuadraditos los calabacines, la cebolla y el pimiento rojo y verde, que antes debes haber despipado. Y ve abriendo la lata de tomate triturado.
2) A continuación agrega el aceite de oliva en una buena cacerola. Pones el aceite a temperatura media-baja y una vez caliente vas agregando primero la cebolla, después los pimientos y posteriormente los calabacines. Mueve para evitar que se pegue y agrega más aceite si lo vieras necesario. Una vez todo rehogado añades el tomate triturado, la sal y la pimienta molida.
El pisto estará hecho cuando toda la verdura esté tierna. Rectifica de sal y sirve con un huevo cuajado.
OBSERVACIONES
- Si quieres, puedes añadir al pisto zanahorias y berenjena. Incluso aprovechar restos de verduras que tengas en el frigorífico.
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