Las torrijas son un postre tradicional de la gastronomía española que todos identificamos con la Semana Santa. Su elaboración es de lo más sencilla, su valor calórico ciertamente elevado y su precio realmente asequible. Y es que con una base de pan, leche y aceite cómo no van a ser baratas o cómo no van a contener calorías más que de sobra. La parte positiva es que cómo únicamente solemos comerlas en fechas señaladas, es un lujo que todos nos podemos permitir, pues están riquísimas, de lo más esponjosas y bañadas con azúcar o miel, realmente deliciosas.
Anímate a hacerlas tú mismo, porque compradas tienen un precio ciertamente elevado y realizadas por tí no llegarás a los 3€ de gasto y tendrás para familia y amigos.
INGREDIENTES
- 12 Rebanadas de una barra de Pan (1 dedo de grosor) o 12 rebanadas de Pan especial para torrijas
- 1 litro de Leche entera
- 150 gr. Azúcar
- 1 Palito de canela
- La corteza de 1 Limón
- 2 Huevos
- Aceite de oliva
- Miel o azúcar para bañar las torrijas
PREPARACIÓN
1) Comenzamos cortando una barra de pan en rebanadas -preferiblemente diagonales para que sean más grandes- de un dedo de grosor. El pan debe ser carnoso, es decir, tener miga. Cuanto más rústico mejor y, como mínimo, tiene que ser del día anterior, para que esté duro y tenga cuerpo.
Nosotros en Cocina con Aníbal hemos adquirido un pan especial para hacer torrijas, con lo que nos ahorramos el trabajo de cortarlo y la espera de un día. Además el precio ha sido bastante económico, tan sólo 1 €. Los hay tanto en forma de barra, como cuadrado, parecido al pan de sanwich, y tanto en rebanadas grandes como pequeñas. Pero siempre debe ser especial para hacer torrijas.
Estos panes no suelen venderlos ni en todas las ciudades, ni en todos los establecimientos y, menos aún, en todas las épocas del año. Por eso el pan normal, con el que se ha hecho toda la vida, es perfecto. Además, si nos sobró de otro día, estamos dando utilidad y reciclando un pan que muchas veces termina en la basura.
2) Bueno, dadas las explicaciones sobre el pan, ahora toca darle cierto sabor a la leche en la que vamos a bañar nuestras rebanadas de pan. Así que calientas el litro de leche en un cazo con el azúcar, el palito de canela y la corteza de un limón. Removemos y dejamos que hierva. Entonces, apagas el fuego, sacas la canela y la cáscara y dejas reposar hasta que enfríe. Mientras, vamos batiendo los dos huevos y echando abundante aceite en una sartén.
3) Una vez todos los ingredientes preparados es hora de comenzar a hacer las torrijas. Ponemos el aceite al fuego y vamos pasando cada rebanada de pan, por ambas caras, primero por la leche -que para mayor comodidad hemos echado en un recipiente- y después y bien escurrida, por el huevo. Le damos un vuelta y vuelta y a freír, con el aceite bien caliente.
Cuando esté doradita por ambas caras la sacamos, dejamos reposar sobre papel de cocina para suelte el exceso de aceite y a una fuente amplia. Así hacemos con todas nuestras torrijas.
4) Finalmente y a gusto del consumidor, espolvoreamos con azúcar, cuando aún estén calientes, para que la absorban bien; o con miel. En este segundo caso, deberemos poner un cazo con miel, rebajada con un poco de agua, al fuego. Tras hervir apartamos y bañamos las torrijas.
Bueno, pues ya están listas para comer tanto tíbias y sobre la marcha, como para la tarde o el día siguiente ya frías.
OBSERVACIONES
- Tanto intentan facilitarnos ciertas marcas nuestro trabajo que hay incluso panes especiales para torrija que vienen aromatizadas con canela y limón. De manera que si queremos hacer el trabajo menos laborioso, nos podríamos saltar directamente el segundo paso, el de calentar y aromatizar la leche, e ir directamente a impregnarlas, pues el pan ya viene que ese saborcito.
Un postre que me hace recordar a mi abuela, ella siempre me las hacia, no importaba la epoca del año.- Y como me gustaban! Gracias Anibal!!!
ResponderEliminarYo suelo tener una hora mas o menos el pan a remojo en la leche a la que añado azucar,y quedan muy ricas y esponjosas
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