Tronco rústico de chocolate relleno de nata

Tronco de chocolate relleno de nata con trocitos de almendra y pasas, un postre de suave dulzor, jugoso y rústicamente irregular. No busques un perfecto y cilíndrico brazo de gitano, sino anárquico tronco que deja ver el rico relleno de su interior

INGREDIENTES
- 3 cucharadas de Agua
- 150 gr. Chocolate negro
- 5 Huevos
- 175 gr. Azúcar
- 1 Pizca de Sal
- 50 gr. Pasas
- 50 gr. Almendras picadas
- 200 ml Nata líquida para montar
- Azúcar glas 

PREPARACIÓN
1) Pon el agua y las pastillas de chocolate a fuego lento hasta que se funda. Remueve de vez en cuando para evitar que se pegue. Mientras, separa las claras y las yemas de los huevos. En un bol batimos y mezclamos las yemas con el azúcar. Hazlo durante unos 3 minutos, hasta conseguir una mezcla espesa, y preferiblemente con varillas eléctricas para ahorrarnos trabajo. Por otro lado batimos las claras con una pizca de sal.

2) Ahora añade el chocolate, las pasas y las almendras picadas a las yemas. Mezcla bien e incorpora poco a poco las claras, removiendo de manera suave y envolvente hasta que todo quede bien compacto.

3) Mientras prepacalientas el horno a 180ºC coloca papel de horno engrasado sobre una bandeja de unos 30x20 centímetros. Corta más papel del aparentemente necesario, pues luego nos servirá para cubrirlo.

4) Echa la mezcla en la bandeja de forma homogénea e introducela en el horno hasta que la base de nuestro tronco haya subido y esté firme, calcula unos 25 minutos. En Cocina con Aníbal la hemos colocado en la segunda bandeja, empezando por abajo, con calor superior e inferior. 

Mientras se va haciendo el tronco montamos la nata con las varillas.

5) Una vez hecha la base la sacamos del horno, la dejamos reposar unos minutos, la tapamos con el papel de horno que habíamos dejado sobrante y le ponemos por encima un paño húmedo para que la parte superior no se reseque demasiado. 

Cuando haya enfriado lo separamos del papel original y lo colocamos sobre otro papel de horno rociado con abundante azúcar glas, untamos por encima la nata montada ayudados de una espátula de cocina y comenzamos a enrollarlo. Espolvorea un poco más de azúcar glas y mete en el frigorífico hasta la hora de servir.

OBSERVACIONES
- Ten en cuenta que no es un brazo de gitano, sino un tronco que cuando lo sacamos del horno tenía la parte superior durita y la inferior más cremosa que abizcochada. De manera que al enrollarlo irá rompiéndose y dejando ver la nata de su interior. Esa es la idea, que quede rústico, a su aire, no cilíndrico y perfecto como los típicos brazos de gitano. 

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