INGREDIENTES
- 4 cucharadas rasas de sésamo (Ajonjolí)
- 10 cucharadas de agua
- 1 Pizca de sal
PREPARACIÓN
1) Comenzamos tostando el sésamo, labor de la que te librarás si este ya viene dorado. Únicamente deberás ponerlo en una sartén a fuego medio, durante 5 minutos, hasta que adquiera cierto color. El aroma que desprende al tostarse también te dará pista de que el sésamo está en su punto.
2) Dejamos enfriar y a moler junto al agua y una pizca de sal. Utiliza un robot de cocina para facilitarte la labor o incluso un mortero para rematarla. Y es que con estas 'pequeñas' cantidades es complicado que con una picadora -a no ser que sea un molinillo de café- puedas triturar con total efectividad, pues el tamaño de los robots es excesivamente grande y las semillas terminan pegándose en las paredes.
Una vez hecho puedes degustarlo directamente untado en pan, aquí podrías añadirle un poco de aceite; o utilizarlo para hacer, por ejemplo, hummus o babaganuch. Tiene un sabor y un olor penetrante que te enganchará.
OBSERVACIONES
- Si quieres que la tahini te quede más líquida, similar a la que venden diversas marcas comerciales, añade más agua. Por cierto, que si te sobra puedes taparlo y conservarlo en el frigorífico, te dura bastante.
- A la hora de elaborarlo puedes sustituir el agua por aceite, prácticamente es lo mismo, sólo que agregamos un nuevo sabor, además de meternos más calorías al cuerpo.
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