Los mantecados son unos dulces típicos de la repostería española. De origen andaluz, pueden degustarse a lo largo de todo el año, aunque es en Navidad cuando se consumen a manos llenas. Así que para ir haciendo boca os preparamos unos ricos mantecados, sin manteca, pues la sustituimos por aceite para que el resultado sea más saludable y menos calórico, pero con un sabor igual de bueno que con manteca. Están para chuparse los dedos.
INGREDIENTES
- 100 gr. Almendras tostadas
- 600 gr. Harina
- 220 gr. Azúcar
- 2 cucharaditas de Canela en polvo
- Una pizca de sal
- 250 gr. Aceite de girasol o suave de oliva
- Ajonjolí o semillas de sésamo
PREPARACIÓN
1) Comenzamos picando y reservando las almendras. Hazlo con un mortero o una picadora, aunque no las muelas completamente, deja que se noten los trocitos.
2) Seguidamente mezclamos, en un bol grande, la harina de trigo con el azúcar, la canela y la sal. Haz un hueco en el centro y añade el aceite y las almendras picadas. Mezcla bien, primero en el bol, para terminar amasando en una superficie lisa.
Haz una bola, con la masa bien prieta. Cubre con film transparente y deja reposar en el frigorífico en torno a 2 horas para que adquiera consistencia.
3) Transcurrido el tiempo de reposo, pon a precalentar el horno a 180ºC. Mientras, espolvorea harina sobre la superficie lisa que vayas a trabajar, saca la masa, estírala ligeramente con un rodillo hasta conseguir un grosor de 1 centímetro o algo menos y, con un emplatador circular o cortapasta de 5 centímetros de diámetro, comienzas a dar forma a los mantecados.
Los vas colocando en una bandeja de horno con papel de hornear, espolvoreas con ajonjolí y a hacerse durante 20 minutos con calor superior e inferior. No los dejes mucho más en el horno porque pueden quedar ciertamente duros en la base.
Una vez horneados deja enfriar y a guardar en un tupper o caja bien cerrados. Salen muchísimos, pero también se conservan semanas.
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